viernes, 14 de febrero de 2020

Hábitos y estrategias de prevención de contagios víricos



En muchas ocasiones las personas van a señalar que se han enfermado porque se contagiaron a través de otras personas. Lo mismo puede ocurrir al nosotros contagiar a los demás. En ese sentido, es importante aprender a evitar los contagios víricos


Los contagios víricos


En términos generales, se puede afirmar que las enfermedades infecciosas son un tipo de patología transmisible más frecuente. Como parte de esta categoría se pueden identificar las infecciones respiratorias. Además, las estadísticas demuestran que la influenza es una de las más comunes. Otro de sus inconvenientes es que el uso de antibióticos casi siempre es poco eficaz.

Principales vías de contagio vírico


La mayoría de las personas saben en la actualidad que el modo de contagio principal de las enfermedades víricas son las manos. De esta manera, las extremidades se señalan como una fuente relevante porque casi siempre están en contacto con objetos o porque nos tocamos la boca o nariz de forma involuntaria.



En ese sentido, es más sencillo que las personas se contagien por los microorganismos de otras personas. Otros de los modos habituales son:

  • Vías respiratorias – Si una persona se encuentra enferma, al estornudar o toser va a expulsar una cierta cantidad de partículas virales que después se introducen en el cuerpo de las personas que las inhalan. No todo se trata de oler o comprar perfumes.
  • Habitaciones con poca ventilación – Cuando se acumulan partículas virales en el ambiente, las condiciones pueden ser propicias para esta clase de contagios.

Hábitos para evitar los contagios víricos


  • Usar pañuelos desechables – Son muy higiénicos porque se usan en una sola ocasión. Son útiles al momento de estornudar o toser para cubrirlos.
  • Uso de mascarillas – Son una buena opción para protegernos de las partículas virales que otras personas enfermas han expulsado. No debe ser necesariamente una mascarilla médica, aunque son más recomendables.
  • Lavarse las manos – Es el truco clave en este tipo de situación. Las personas se deben lavar las manos con regularidad utilizando agua y jabón, porque de esta manera los virus se van a poder destruir.
  • Cocinar de forma higiénica – No sólo por una cuestión de prevención de los virus, sino por higiene alimentaria.
  • Ventilar las habitaciones – Un lugar con poca ventilación tiene un mayor potencial para que se expanda el virus.
  • No beber agua que no sea potable – Tampoco hay que compartir los cubiertos por los vasos con otras personas, como estrategia de prevención.

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